¿Sabías que?
Fue abandonado y amarrado a un árbol. Sufrió maltrato por parte de los vecinos; lo querían entregar a la perrera e incluso sacrificarlo. Afortunadamente una persona lo resguardó y pudimos recibir a Rougal en el refugio.
Requiere ejercicio y disciplina porque aún es muy joven. Convive muy bien con perritas pero que no sean demasiado activas. Se adapta muy bien a los juegos con otros perros. Ahora busca un hogar sin niños pequeños porque puede ser un poco brusco.