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PREGUNTAS FRECUENTES
Encuentra las respuestas a todas tus dudas sobre la iniciativa “Juntos es Mejor” y la terapia asistida; si tienes más preguntas sobre el tema, ¡no dudes en contactarnos!
Gozan de un programa estructurado de bienestar animal, el cual incluye someterlos periódicamente a controles veterinarios y desparasitaciones internas y externas para ofrecer la mejor garantía sanitaria. La evaluación del perro se realiza como individuo y no por razas, sin embargo, uno de los principales cuidados es su alimentación, ya que requieren de una dieta balanceada para mantener su salud apropiadamente y llevar a cabo sus actividades de la mejor manera.
Nuestra iniciativa no cuenta con voluntariado, sin embargo, las instituciones con las que colaboramos cuentan con programas o actividades de apoyo a sus beneficiarios. Puedes contactarlas para solicitar más información.
No importa la raza, cualquier perro puede ser entrenado para asistir en este tipo de terapia, pero debe ser evaluado previamente. Es muy importante aclarar que un perro de asistencia no es lo mismo que un perro de compañía, se necesita que el temperamento del can sea dócil, sociable, que tolere diferentes tipos de ruido y sonidos, por ello es importante la evaluación.
Es una posición especializada que el perro adopta para fisioterapia y estimulación temprana. Se utiliza en relajación de articulaciones, como una compresa o manta caliente para que puedan ayudar a hacer la terapia que necesita el paciente.
Entre las actividades que los pacientes realizan con los perros van de lo sencillo como acariciarlos, cepillarlos, hasta lo complejo como una forma de expresión, de aquí la importancia de su entrenamiento y buena alimentación. Las principales actividades que se realizan son:
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Acariciar: acariciar y abrazar ofrece al usuario la sensación agradable del contacto. Se puede hacer de diferentes maneras: «Mira qué sensación transmite esta parte del cuerpo del perro», “mira, le encanta que le rasquen aquí”, “¿qué sientes cuando le acaricias?”, “¿dónde crees que le puede gustar que le acariciemos?”.
- Cepillar: es una buena manera de aproximarse al perro sin necesidad de un contacto directo con él. La intención del cepillado es el proceso en sí, no los resultados. Es también una actividad que ofrece relajación.
- Pasear al perro (siempre bajo control): puede realizarse como una actividad compartida, como un modo de estimular la movilidad y como una actividad que proporciona control sobre la situación.
- Enseñar trucos y habilidades: entrenar al perro para hacer algo, a partir de conseguir su atención y la respuesta adecuada a cada orden: “¡trae aquello!, ¡siéntate!, ¡dame la pata!, ¡pide aquello!, ¡saluda!, ¡baila!, ¡vuelta!”.
- Lanzar un juguete al perro: estimular la movilidad y la motivación a través del juego con el perro con el lanzamiento del juguete.
- Actividades de expresión: el perro es un buen facilitador para que expresen los sentimientos haciendo un paralelismo con el perro.
- Aprender: Aprender cosas nuevas favorece la confianza y la autoestima. El perro es una buena fuente de aprendizaje: enseñar la aproximación correcta al perro, o la buena entrega de premios, su lenguaje corporal o cómo hacer para que el perro haga ciertos trucos, puede ser una fuente de información muy útil y enriquecedora para la persona.
Las visitas tienen una duración aproximada de 4 horas.
El equipo canino llega acompañado de sus técnicos responsables al lugar donde trabajarán.
Los perros son preparados previo a ingresar al aula de trabajo.
Para cada sesión, los técnicos se presentan con el perro de intervenciones en el aula designada para trabajo individual o grupal, donde se encontrará el profesor o médico encargado de los pacientes.
Se realizan las actividades correspondientes guiadas por el profesor o médico de la institución. Los perros y sus técnicos brindan el apoyo para el cumplimiento de los objetivos individuales o grupales.