¿Sabías qué?
Su historia la comparte con otros 10 animalitos, que fueron rescatados de su anterior dueño, un acumulador que tenía su casa llena de objetos inservibles, basura y mugre. Entre toda esa suciedad Pipo desarrolló varios problemas de piel, era golpeado constantemente, estaba desnutrido y fue encontrado con diversos parásitos internos y externos; que seguramente adquirió por comer entre condiciones poco higiénicas.
En la fundación Pipo fue esterilizado, desparasitado, vacunado contra la rabia y se le trataron sus problemas de piel. Pipo es un perrito muy cariñoso, tímido y muy juguetón. Actualmente, está buscando una familia con quién compartir todo su amor y alegría.